Felisa y Joaquín estaban casados,
pero sin anillo ni flor en el ojal,
sin cura ni juez, sin concejal,
sin arroz y sin trescientos invitados.
Felisa y Joaquín eran dos juntos:
se encargó el crepitar de los cañones
de acompasar el latir de corazones,
y pusieron todo el sexo en el asunto.
En un pueblo fijaron residencia
algún día al final de aquella guerra
-sucedida por la negra paz más negra-,
pero falta la comida, y no sobra la paciencia.
A Madrid voy, Felisa, a lo que encuentre,
cuando esté todo listo yo te escribo
y te pones en camino con los niños,
y con éste, cuando escape de tu vientre.
Joaquín se marchó, no hubo noticia,
y Felisa partió en busca de Ulises:
no era ella de esas mujeres grises
que se entregan sin luchar a la desdicha.
Encontró Felisa a Joaquín junto a cipreses
-oyó el cronista niño unos contares
de un tranvía, y de un salto al Manzanares-,
la cosa es que a Joaquín le rompieron los reveses.
Y Felisa tornó en madre gigante,
en criadora de perfectos luchadores,
proveedora de los más duros amores,
con el mentón en alto a cada instante.
Hace mucho le pedí que me contara
a mi abuela alguna cosa de mi abuelo;
aquel día aprendí que puede el hielo
convertir en cuchilla a una mirada,
y aprendí que tan sólo unas palabras
son capaces de hacer que muros caigan,
y aprendí que hay heridas que no cierran,
y hasta heridas mortales que no matan.

Audio: Silvio Rodríguez - Mujeres
11 comentarios:
preciosa historia
Entre las cosas que admiro hasta el sonrojo, figura el talento para rimar sin parecer idiota. Vos lo tenés.
La historia, con o sin rima, es honda, triste y bella.
Apapacho.
Empieza como una coplilla de pueblo y acaba como una tragedia griega.
Y triste, Pandora, pero así es la vida a veces.
Gilda, eso será porque soy idiota a tiempo completo y no se me nota la diferencia cuando rimo. :-)
MM, un poco sí. Pero es un trocito de vida, nada más.
Besos.
Joer, un tiempo sin blogroll ni actualizar, y vengo, y me encuentro con tu post de arriba. Manda cojones, manda huevos y me cago en tó..... Y fijo que el niñato es un pijo de mierda, que en vez de los padres meterlo en cintura, se pillan a un abogadito de pro para joder más la familia del pobre ciclista.
Menudo mundo que estamos dejando, menudo.....
Besitos.
Daaaale, Kutxito, no te tirés a menos, que somos pocos y nos conocemos mucho!! (Bueh, todo lo que se puede conocer a través de internet).
magnifico blog y útil,te invito a que participes en mi modesto blog de votaciones de otros blog,podrás añadir el tuyo y te conocerán un poco mas
http://aquiestatublog.blogspot.com
visito muchos blog seleccionando a los mejores,uso los comentarios porque es mas rápido,pero si piensas que es spam,te pido perdón y que aceptes mis disculpas
Una historia triste la de tus abuelos (he leído los dos posts) aunque me ha gustado mucho tal y como las has contado.
Sí mira, lo que sucedió realmente nunca lo sabrás y es una lástima porque tú es lógico que quieras saber qué sucedió, pero tampoco vas a poder cambiar nada del pasado y a tu abuela le debe resultar demasiado doloroso todo aquello. A veces es mejor dejar las cosas tal como están y arrimarte a la idea que más te guste o te disguste menos.
Un abrazo, Kutxi.
Hola, Kutxi (¿seguro que no te gusta más "David"?),
Oye, pues te felicito, me ha encantado tu historia y me ha hecho llorar, pero, calma, que han sido lágrimas buenas, de las que te limpian la mirada...
Muchos saludos,
Verónica
Muchas gracias, Verónica. Me alegra que esta entrada siga teniendo vida. Y me alegra mucho que guste, porque a mí también me gusta mucho. ;-)
Publicar un comentario